Se volcó un taxi de Tizimín… cinco historias se plasmaron en el lugar del accidente
Conkal; Yucatán a 15 de Noviembre.- Un accidente, en el peligroso entronque a Conkal, escribió cinco historias. El percance, fue entre un taxi de Tizimín y una SUV Tucson.
Mas allá del hecho de tránsito, el lado humano y el buen corazón quedaron plasmados en la memoria de quienes ahí estuvieron.
I
Una Santa Biblia, de color rojo, permaneció junto a la llanta del taxi volcado. Ahí estaba, con gotas de aceite y luego con aserrín. La Biblia fue mudo testigo de gritos y llanto, de dolor y de angustia… de los pasajeros del taxi.
La Biblia salió disparada, es de alguien que leía la palabra del Señor. A su lado, pasaron policías, paramédicos, bomberos, heridos y demás. Solo en ocasiones, la brisa levantaba las paginas y las regresaba a su lugar.
En medio de la tragedia, alguien recordó el libro de Deuteronomio 31:8: “El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará”.
Al final, un alma noble la recogió y la resguardo.
II
El Padre Jorge Carlos Menéndez Moguel, a quien popularmente conocen como el Padre “Manito”, fue uno de los hombres que detuvo su auto y se bajó ayudar.
El párroco de Conkal, estuvo echando el hombro y “ayudando a sacar heridos” dijeron los policías municipales. Fuera del taxi estaba ya los 9 lesionados.
Considerando, que recientemente el padre “Manito” se sometió a una operación de la rodilla, es indudable que hizo un esfuerzo por ayudar a los heridos.
El drama, estaba por donde la mirada pasaba, caras llenas de sangre, gritos de dolor, voces que se fundían con el llanto, llamadas a familiares con un “estoy bien”, se escuchaba por todos lados.
Nadie de los heridos sabía, que él hombre que los ayudaba era un sacerdote, pero es posible que en cada palabra que les dijo encontraron alivio y consuelo.
III
Josué, acerco la cara a Manuel y le dijo: “Dile a mi familia que estoy bien… que los quiero… diles que vayan por mi al hospital”.
Manuel, se dirigía a Mérida, es el chofer que quedó prensado en su taxi y al que los bomberos y paramédicos de la SSP rescataron después de casi dos horas.
Josué, viajaba con su taxi a Tizimín. Se detuvo y corrió mas de 50 metros hasta el sitio del accidente. Cuando vio el taxi volcado, un taxi igual al de él, quedó pálido.
Llegó hasta el sitio donde los bomberos y paramédicos, apoyados con las quijadas de la vida, trabajaban para rescatar al chofer.
A Josué, lo dejaron acercarse para que hable con el chofer lastimado. Manuel no debía privarse, paramédicos y bomberos conversaban con él para mantenerlo despierto.
Cuando finalizó el salvamento, el herido fue sacado en la parte de atrás.
Josué, solo se quitó del lugar hasta que la ambulancia se perdió en la carretera. Las lágrimas, le chorreaban en el rostro. El taxista, todavía tenía que llevar a su pasaje hasta Tizimín.
IV
Alan Ángulo, es un paramédico de la SSP, llego rápido al accidente junto con sus compañeros de 4 ambulancias. Cada paramédico tuvo trabajo, eran 9 los heridos.
Entre los 9 lesionados, estaba un papá, una mamá y un niño de 4 años que asustado miraba a los paramédicos atender a sus papas.
Pero el niño no estaba en el piso, estaba en un lugar seguro, estaba en los brazos de Alan, -el paramédico-, quien lo apapachaba y le decía que sus papás estaban bien.
A pocos metros, el papá sonreía en medio un intenso dolor físico y la mamá luchaba para no desfondarse en un llanto interminable.
Cuando les asignaron ambulancia, el papá iba sobre una camilla, en medio Alan con el menor en brazos y detrás la mamá era sostenida por un policia municipal de conkal y una paramédica del Ayuntamiento.
Cuando todos estaban en la ambulancia antes de que se cerrara la puerta, el niño ya estaba en brazos de su madre, pero no perdió la oportunidad de esbozar una sonrisa… esa sonrisa que significa gracias y que es el mejor regalo para los paramédicos que salvaron a su familia.
V
“No siento a los gemelos”, dijo una mujer que viajaba en el taxi. La señora K.X.M de 34 años, tiene 7 meses de embarazo y su único afán era proteger a sus niños y que salieran bien de este mal sueño.
Cuando le dijo a la subdirectora de la Policia Municipal de Conkal Melina Covián ”No siento a los gemelos” no pudo contener el llanto.
La comandante Melina, la tomo de la mano y lloraron juntas mientras la subían a una ambulancia.
Melina, minutos antes quitó ventanas, sacó a la gente del taxi y metió sus hombros para ayudarlos a llegar a un área segura… mientras iban llegando las ambulancias.
Melina, una funcionaria de seguridad arriesgo a su bebé. Ella también esta embarazada.