¿Dónde quedó la Policía Ecológica?
EN EL PUERTO DE ABRIGO DE CHUBURNÁ SERÍA ÚTIL CADA FIN DE SEMANA EXHORTANDO A LA GENTE A NO ENTRAR A LAS ÁREAS PROHIBIDAS.
CHUBURNÁ PUERTO. – El Puerto de Abrigo de Chuburná es uno de los puntos más visitados por los turistas locales y de los más peligrosos. Estos últimos años, se robó varias vidas y dejó una estela de gente a punto de morir ahogada. Incluso, se rescató del agua un automóvil con un cuerpo.
El debate se da entre la responsabilidad del bañista y la del Ayuntamiento para señalarle a la gente que esta es una zona peligrosa y prohibida para bañarse.
Actualmente hay señalamientos prohibitivos para los bañistas, quizá pequeños y que no responden a lo que se necesita por todos los eventos ocurridos ahi.
Hay, sogas con banderines de 70 pesos en las tiendas de plástico. También, hay maquinaria en la bocana trabajando en su desazolve.
Ayer domingo, un hombre en estado de ebriedad fue rescatado inconsciente por una joven y con RCP se logró que expulse el agua de su cuerpo y se recupere.
Fue un caso aislado el de tener a alguien que conozca de RCP, o si se le quiere dar un aire más espiritual decir: “es cristiano, pero no le había llegado la hora”.
Pero regresando a Chuburná Puerto, al puerto de abrigo, al lugar a donde cada fin de semana van cientos de visitantes, sería importante que el alcalde Julián Zacarías mande cada fin de semana a su famosa y casi desaparecida Policía Ecológica a exhortar a la gente a no meterse en las áreas prohibidas.
Se evitarán muchos muertos, muchos “pasados a ahogar” y muchos dolores de cabeza.
Que la policía Ecológica, no se quede en la memoria como un golpe mediático debería de trabajar también en la prevención de tragedias.
No hay que olvidar lo que dijo el Comandante de la Policía ecológica Gerson González que para ellos es importante «Salvaguardar la flora, fauna y al ciudadano. Realizamos rondines para proteger ciertas áreas, está el área de playa, el área de manglar, el área de anidación tortuguera” añadirle este punto peligroso salvaría vidas.