La soledad que vivieron Lucely Alpizar y Baldemar Kú fue estridente
Mérida, Yucatán a 20 de Mayo.- Lucely del Perpetuo Socorro Alpizar Carrillo y Baldemar Reymundo Kú Escalante sintieron la fuerza de la indiferencia de los militantes del PRI cuando llegaron ayer a la Casa del Pueblo a inscribirse como fórmula para ocupar la Presidencia y Secretaria General del CDE.
Los charcos, que dejó la intensa lluvia que cayó media hora antes, les impidieron entrar por la explanada frontal y para no mojarse los pies se estacionaron en el ala poniente del edificio.
Presurosos, los dos priistas bajaron y caminaron rumbo a la puerta principal.
Lucely, trató de saludar “de beso” al que se dejara, pero solo una persona accedió.
Atrás quedó el orgullo , altanería y desdén que fueron su carta fuerte cuando fue legisladora. Hoy, fue demasiado humilde, pero la actuación le salió mal. Mientras, Baldemar serio, solo asustaba a los priistas.
Despistada, la formula Alpizar-Kú se dirigieron a las oficinas de organización a inscribirse, pero se sorprendieron de que no había nadie y lo peor la puerta estaba cerrada. Ahí estuvieron poco mas de dos minutos.
En algún momento pensaron que los estaban vetando o que por lo menos les pusieron trabas, pero NO fue así.
La inscripción, era en otro salón… ellos ni siquiera se tomaron la molestia de averiguar. Cuando pasaron frente al busto de Víctor Cervera Pacheco solo dos personas la saludaron.
Ya en el salón se inscribieron, pero fueron entre 6 y 9 requisitos de la convocatoria los que no lograron cubrir. La misma señora dijo que tenía 24 horas para entregar su documentación completa.
Un grupo de jóvenes estaban cerca y escucharon a la exdiputada … fueron crueles y comentaron:
“Su acta de nacimiento estaba con jeroglíficos y un A.C. por eso nadie la pudo leer”.
Después, vinieron las fotos de cajón para las redes sociales del PRI-Yucatán. Al salir del “corralito”, ahí, estaban María Esther Alonso; su hija “Chelita”, Don Carlos Sobrino Sierra, Don Nacho Mendicuti Pavón y Felipe Cervera Hernández, todos ellos gentilmente la saludaron.
No hubo muchas palabras, pues estos políticos esperaban a Gaspar Quintal y Mayté Moisés Escalante que precisamente era recibidos con algarabía y porras.